Residencial Los Nogales Imperial - Madrid, Madrid

Julio E. M.

Ayer despedimos a mi madre, Manuela. Pasó sus últimos años cuidada por el equipo de Los Nogales Imperial. Gracias a la profesionalidad de auxiliares, enfermeras médicos y personal administrativo todos estos años ha disfrutado de gran calidad de vida.Pero no solamente. El grado de humanidad de todos estos trabajadores ha hecho que esta residencia fuese un auténtico hogar para ella. Muchísimas gracias.

Asun C. R.

Un millón de gracias por el trato dado a mi padre en los meses que ha estado con vosotros hasta su fallecimiento la pasada semana. Gracias por la paciencia mostrada y por el cariño con el que tratáis a todos los residentes. He tenido la oportunidad de veros trabajar prácticamente a diario y me admiraba vuestro buen talante y disposición, a pesar de la carga de trabajo. También me parece muy positivo el esfuerzo por organizar actividades de entretenimiento, participativas para las familias, en muchos ocasiones. Además del trato de los cuidadores, también destaco el trabajo de la parte operativa y administrativa, siempre facilitandonos las gestiones. Y del equipo médico y de enfermeria, genera tranquilidad ver que están atendidos. Mi padre se sentia como en su propio hogar, recibid por ello todo mi agradecimiento.

sagrario G. D.

Quiero desde aqui, como hermana de Damian Guerra Diaz (chary), dejar constancia de mi agradecimiento por la atencion prestada POR TODO EL PERSONAL (ENFERMERAS,AUXILIARES, PERSONAL DE LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO, MEDICOS, DIRECCION, SICOLOGOS, RECEPCIONISTAS,ETC) , no solo por lo que correspondia a sus obligaciones sino ademas por su cariño y amabilidad hacia el. A pesar de la mala evolucion de su salud se sentia muy querido y arropado por todos. Gracias por todo a todos.

Carolina G. C.

Como tutora legal de Josefa Merino Val que residió en vuestra residencia desde el mes de septiembre del 2018 hasta su fallecimiento el 3 de septiembre del 2024 tengo que destacar el gran trato y la gran calidad humana de todos sus trabajadores empezando por su directora Ana, trabajadoras sociales ( Lucia y Elena ) y sus cuidadores de la primera planta que tanto quiso Josefina. Su querido Fernando que siempre estuvo pendiente de ella al igual que David, Rubén y todo el turno de noche que fueron una familia para ella y que tanto cariño le dieron hasta el último día. Como tutora legal y amiga estaré siempre agradecida a este gran equipo que tanto facilitó mi labor como tutora y la disposición que siempre han tenido en todo lo que hemos necesitado. Gracias y mil veces gracias por vuestra gran labor. Carolina Gordo Carreira( tutora legal y amiga de Josefa Merino Val).

Jesus V. B.

Excelente.
Gracias a todo el personal de la planta 2 de la zona de habitacion 202. Residencia los Nogales Imperial.
PERSONAL EXCELENTE, SIEMPRE CON UNA ATENCION MARAVILLOSA Y EN CADA MOMENTO.
A todas , a todos, los que han estado a la atención de la habitación 202 un especial y excelencia en todo, gracias por todo. Por ser y hacer el tiempo maravilloso en vuestra compañia.
Un 10 para todos

raquel C. G.

Una residencia digna, limpísima y muy acogedora. Solo puedo decir cosas buenas de sus instalaciones y de su filosofía de trabajo, basada en el respeto y el cuidado.

Destaco la profesionalidad de sus trabajadores, su amor por lo que hacen, y su perfil de humanidad y compromiso. Mi padre, Gerardo Carrillo, estuvo en la tercera planta hasta su fallecimiento. Su familia solo puede daros las gracias por tanto.

Estrella F.

Mis padres estuvieron en Los Nogales Imperial durante varios años. La experiencia en general fue un desastre. La falta de personal para atenderles ocasiona múltiples problemas: equivocaciones en toma de medicamentos, caídas por descuidos, largas esperas para ser atendidos, audífonos sin pilas o mal colocados, falta de control de pañales y ropa interior, trato inadecuado e irrespetuoso por parte de algún personal auxiliar.
Es imposible poder atender correctamente las necesidades de los residentes en una residencia de semejante tamaño con la carga de trabajo que sufre el personal auxiliar. A ello se une la incorporación para sustituciones, de nuevos auxiliares sin ningún tipo de experiencia.
La sexta planta de Imperial es un auténtico horno. En ella se encuentran personas con niveles cognitivos muy diferentes. El personal que les atiende es absolutamente escaso.
La comida es de pésima calidad.
La limpieza de las habitaciones se hace superficialmente.
La pérdida de ropa y su deterioro es constante, así como muy dilatado el tiempo en estar lista.
La desaparición de audífonos y objetos de valor, es algo bastante frecuente.
También está lo que ellos consideran “ayudas”, concepto por el cual la factura aumenta considerablemente. Entre ellas, están conceptos como pequeñas ayudas para partir comida si es necesario, aplicar un colirio, un aerosol etc. Todo ello es un pago extra con un costo muy considerable.
Cobran por todo, incluso una jeringuilla…
La comunicación con recepción es en muchas ocasiones imposible, ya que la recepcionista tiene que atender llamadas, atención a familiares, residentes y controlar a las personas que por su estado no pueden salir del centro. Normalmente sólo hay una persona para todo ello.
En cuanto a “Atención al Cliente”, en la última conversación que tuve con una de las personas de ese departamento, llegó a insultarme cuando intentaba formular una denuncia en la inspección. Con ocasión de ir a recoger las cosas de mi madre, ni “Atención al Cliente” ni la directora fueron capaces de darme el pésame a pesar de estar a escasos metros de mí.
Pero lo peor de esta residencia es la nefasta gestión de la directora. La prioridad en ningún caso es el bienestar de los residentes. Ante quejas de carácter muy importante, la respuesta siempre ha sido negarlo todo para justificar los hechos.
Estoy absolutamente segura que la respuesta en este caso será la negación de todo lo expuesto y volverá a falsearlo como ya lo viene haciendo sistemáticamente.
Mi madre estuvo 15 días con una bronquitis que según el servicio médico estaba resuelta. Cuando solicité llevarla a urgencias, dado el estado en que la encontré, ingresó con líquido en el pulmón, neumonía, fallo renal agudo y todo ello acompañado de una cardiopatía. Falleció a los tres días…
Si se preguntan por qué permití que mis padres permanecieran en este lugar, la respuesta es sencilla; mis padres tenían más hijos, y eso implica que no dependiera sólo de mí esta decisión. A ellos les resultaba muy cómodo que mis padres estuvieran en la residencia.
No quiero dejar pasar esta oportunidad para dar las gracias a algún personal auxiliar, personal de recepción y la animadora que gracias a ellos suplieron en la medida de lo posible tantas deficiencias e hicieron más soportable la estancia de mis padres en ese centro.

Miguel R.

Atención dedicada a los ancianos con mimo y con cariño. Los profesionales, con exceso de trabajo, cumplen con respeto, y las instalaciones están muy bien. Patio interior bien bonito y algo más vetusto en cuanto a salas de estar.
Cuidemos de nuestros mayores. Es nuestro turno. <3